
Marzo 26, 2025 – Redacción de Trinchera
Conocemos desde esta propia Redacción de Trinchera a varias familias cubanas favorecidas por el «parole humanitario» del gobierno de Biden y establecidas en distintos lugares de la Florida, que se encuentran aterrorizadas porque el gobierno de los Estados Unidos los envíen de vuelta a Cuba.
El Gobierno de Trump directamente se ha desentendido de todo lo que implicaba el programa con el que cada mes entraban al país legalmente hasta 30.000 extranjeros, bajo la sombrilla de un patrocinador económico, y con beneficios como un permiso de trabajo y permanencia legal por dos años. Lo primero fue anunciar el fin del parole el mismo día que el presidente llegó a la Casa Blanca. Después, suspendieron los procesos migratorios de los beneficiarios. Más tarde, se les revocaría el estatus legal. Y ahora, se anuncia una fecha para que salgan de manera definitiva del país, a pesar de que muchos en este tiempo han construido una familia, adquirido propiedades o han pagado impuestos.
Algunas cubanos dicen sin recato, «si Trump me va deportar, que lo haga a otro país que no sea Cuba». Y añaden: «una deportación a la isla sería volver a la mendicidad alimentaria, a un país sin agua y a la persecución o maltrato políticos. Algunos confían que finalmente el presidente Donald Trump por su amistad con la comunidad cubana y con los veteranos de la Brigada 2506, decida no enviarlos de retorno a Cuba. Ese regreso implicaría en el caso cubano entregar a esos cubanos a la Seguridad del Estado, lo que implicaría volver a la cárcel y al maltrato.
Si anailizamos el caso de los haitianos, seria regresar a la violencia terrorista que impera en Haití. Y para los venezolanos y nicaragüenses sería algo similar al caso de los cubanos.
Los cubanos congresistas y senadores en los Estados Unidos deben convencer al presidente Trump de lo injusto de esta medida. Si al gobierno no le parece adecuado el «parole humanitario» por razones de costos de cuotas migratorias, pues suspendan el programa, pero sin devolución de esos nacionales (cubanos, haitianos, nicaragüenses o venezolanos) ya favorecidos por el mismo programa.
Lo justo debe ser justo…
Deja una respuesta