Más de 160 fallecidos, cadáveres en casas y autos, pillajes, cultivos anegados, los habitantes de las zonas afectadas viven una tragedia sin precedentes
Vecinos de Paiporta (Valencia), una de las zonas más afectadas por las inundaciones causadas por el temporal. / EFE/Biel Aliño
Cortesia:14ymedio
01 de noviembre 2024 – 10:48
Madrid/Conforme pasan las horas tras el temporal sin precedentes sufrido en el Levante español el panorama es desolador. Coches arrastrados por el agua y apilados en las calles, formando un muro infranqueable, casas aún inundadas, ciudadanos llevando comida a pie por calles cubiertas de barro. Imágenes compartidas en redes sociales muestran a los vecinos de los pueblos más afectados –como Paiporta o Benetússer, en Valencia– pidiendo ayuda a la Policía para detener a bandas de saqueadores en las casas y los comercios destrozados.
Hasta ahora se registra oficialmente 158 fallecidos cuyos cuerpos han sido rescatados, pero se teme que la cifra se eleve exponencialmente, pues hay centenares de desaparecidos y familias con cadáveres en sus propias casas desde hace tres días, a la espera de que lleguen las autoridades forenses.
El grito de los habitantes de la «zona cero», el epicentro del desastre, a unos pocos kilómetros de la tercera ciudad de España, es unánime: necesitamos ayuda. « No hemos visto un camión de bomberos en días, ni a la UME [Unidad Militar de Emergencias], ni la Guardia Civil y hay gente que está conviviendo con cadáveres en casa. Es muy triste. Hago un llamamiento a todas las administraciones», había clamado ante los medios locales el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara.
Este viernes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, informó de que 500 nuevos militares –300 del Ejército de Tierra, 100 de Aire y 100 de la Armada– ya están trabajando desde las ocho de la mañana en la Comunidad Valenciana y mañana sábado se incorporarán « los que hagan falta, sin ningún tipo de limitación de medios ».
«El Ejército ha estado desde el primer día y va a estar», garantizó la titular de Defensa en una entrevista con Televisión Española. Ahí mismo reconoció que la magnitud de la catástrofe provocada por la DANA («depresión aislada en niveles altos», o gota fría, un fenómeno frecuente en otoño en el Mediterráneo español) es todavía difícil de calcular porque « hay lugares en los que hay vehículos que están unos encima de otros, con personas, familias, que pueden estar dentro».
Tras volver a transmitir toda su solidaridad a los afectados, Robles recalcó que « se está haciendo todo lo que se puede y se va a seguir haciendo», desde esta mañana, más de 48 horas después de ocurrida la catástrofe, 500 militares más se han unido a las labores que desde el primer día realizan otros 1.205 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
A esos 500, aseveró la ministra, el Gobierno va a « incorporar todos aquellos que sean necesarios en función de las necesidades” y “donde haga falta, sin ningún tipo de limitación de medios ».
«Hoy en día el compromiso absoluto y total es que van a estar en todas las localidades, con toda la potencia que tiene el Ejército, con los 120.000 hombres y mujeres si fuera necesario, con todos los medios materiales», hoy son 1.705, y « mañana» serán «los que sean necesarios, los que haga falta, todo el tiempo que haga falta»..
La ministra celebró que ayer el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, del opositor Partido Popular, «fuera consciente de la importancia del Ejército» y reclamara su presencia. Sin embargo, no explicó por qué el Gobierno central, presidido por el socialista Pedro Sánchez, rechazó asumir el mando único para coordinar las labores de los cuerpos de emergencia y la ayuda de otras regiones, una herramienta que tiene a su disposición y que fue puesta en marcha en otras ocasiones, por ejemplo, durante la pandemia de covid-19.
Según publicó este jueves Vozpópuli a partir de fuentes conocedoras, la opción «que estuvo sobre la mesa» durante el primer comité de crisis del Gobierno, reunido la noche del martes en el Palacio de la Moncloa, tras los primeros destrozos de la tormenta. Sin embargo, se descartó para «evitar las críticas» ya que « estamos en un Estado autonómico». Voces críticas denuncian que , posiblemente por motivos políticos para no asumir responsabilidades, las autoridades nacionales prefirieron dejar en las manos del gobierno regional la gestión de la crisis, a pesar de no tener este los medios a su alcance.
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